Los expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) alertan de la frecuencia de afecciones como las moscas volantes, la queratitis, los ojos rojos, los traumatismos, la inflamación, el dolor ocular intenso o la pérdida brusca de visión en la época de verano, ya que estos son los principales motivos de las urgencias oftalmológicas.
Las conocidas “moscas volantes” en la visión, los ojos rojos o la sequedad ocular son algunas molestias que se vuelven más incómodas por el aumento de la claridad o por el cambio de ambientes y aires acondicionados.
En ocasiones, creyendo que es algo circunstancial, no se acude a las urgencias oftalmológicas, esperando que los síntomas remitan o incluso manipulando el ojo. “Actuar cuanto antes en los casos que requieren de una visita al oftalmólogo es fundamental para evitar daños mayores que puedan terminar en la pérdida de visión o puedan dañar el globo ocular”, indica el doctor del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), Sergio Eguiza.
Asimismo, es importante prevenir las afecciones oculares, ya que, si no se protegen los ojos adecuadamente, estos pueden verse afectados por la exposición prolongada al sol, sufriendo quemaduras solares que se manifiestan en forma de enrojecimiento, lagrimeo, irritación, dolor y sensación de arenilla.
Es una patología frecuente del verano y antes de acudir a urgencias “se puede realizar un lavado del ojo con agua o suero fisiológico, pero es importante que el oftalmólogo de urgencias valore si hay que administrar algún medicamento para contrarrestar el efecto”, explica el doctor.
Por otra parte, la mayor claridad de esta época hace que las conocidas “moscas volantes” se vuelvan más intensas y molestas. Se trata de alteraciones en forma de condensaciones en el vítreo o por desprendimientos del mismo, son más frecuentes con la edad y en miopes, pero le pueden suceder a cualquiera.
“Normalmente, el paciente acaba acostumbrándose a sus moscas, pero en casos de persistencia, molestia en la visión o tamaño importante se puede recurrir a la Vitreolisis, con la que mediante láser se dividen en fragmentos muy pequeños. También se podría realizar una cirugía vítrea retiniana”, destaca el doctor Eguiza.
También destaca la queratitis que se manifiestan en la época estival por dos razones: por la exposición al sol y por el acceso a piscinas y playas. La queratitis produce molestias oculares de distinta intensidad, ojo rojo y en ocasiones disminución de la visión. En este caso hay que acudir a urgencias oftalmológicas para valorar la afectación del ojo, su posible origen y el tratamiento.
“Cuando la inflamación de la córnea afecta solo al epitelio, es una queratitis superficial y se suele curar sin más problemas. Otras veces afecta a capas corneales más profundas y puede llegar a comprometer la visión y a ser incluso difícil de tratar, dejando como secuelas cicatrices”, apunta Eguiza.
Por último, entre las patologías frecuentes se encuentran el ojo rojo, que se produce normalmente por una conjuntivitis infecciosa, pero también puede significar un glaucoma agudo, una lesión de córnea o una uveítis, o por el mal uso de lentillas en verano; y los traumatismos, que pueden estar causados por contusiones que pueden provocar inflamaciones, hemorragias, cataratas o glaucoma, y en un cinco por ciento de los casos un mal golpe puede derivar en un desprendimiento de retina.
Consejos para cuidar los ojos en verano
Para evitar padecer alguna de estas patologías, los expertos inciden en la importancia de cuidar los ojos durante la época estival. Para ello, lo más importante es contar con gafas de sol, prestando además especial atención a los cristales, puesto que cada color está indicado para una afección diferente.
“Las verdes están indicadas para las personas hipermétropes, las marrones para los miopes, las amarillas para aquellas personas que tienen problemas de retina, y las neutras para los que tienen fotofobia”, dice Eguiza.
Para aquellos que utilizan lentillas, el doctor aconseja “no limpiarlas con agua, sino con la solución especial para lentillas y en el caso de sufrir mayor sequedad por aires acondicionados o ambientes más secos que los que se acostumbra a frecuentar, es recomendable quitarse las lentillas y utilizar lágrimas artificiales”.
Asimismo, es importante descartar el uso de lentillas en el agua, dado que puede provocar multitud de infecciones oculares. Para evitar daños, el doctor Eguiza recomienda “el uso de gafas de buceo o incluso gafas de sol graduadas”. “Lo importante es que protejan los ojos y que estos sufran lo menos posible aún con lentillas puestas. Una buena protección hará que no tengamos que renunciar al uso de lentillas en el agua”, concluye.
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