Las lentillas son una excelente opción para corregir problemas de visión y disfrutar de una mayor libertad visual. Sin embargo, no todas las personas son candidatas ideales para su uso.
¿Quién no puede ponerse lentillas?
Aunque las lentes de contacto son muy populares, existen ciertas condiciones oculares que pueden hacer que su uso sea incómodo o incluso peligroso. A continuación, detallaremos algunas de las contraindicaciones más comunes:
Infecciones oculares recurrentes:
¿Por qué no? Las personas que sufren de infecciones oculares frecuentes, como conjuntivitis o blefaritis, son más propensas a desarrollar complicaciones al usar lentillas. Estas pequeñas lentes pueden atrapar bacterias y otros agentes infecciosos, empeorando la inflamación y prolongando la infección.
Motivos: La presencia de una lente de contacto en el ojo puede irritar la superficie ocular, creando un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. Además, las lentes de contacto pueden dificultar el acceso de los medicamentos oftálmicos a la zona infectada.
Alternativas: Las gafas son la opción más segura para quienes sufren de infecciones oculares recurrentes. En algunos casos, los tratamientos tópicos pueden ayudar a controlar la infección y permitir el uso de lentillas en el futuro.
Sequedad ocular severa
¿Por qué no? Las lentes de contacto requieren de una película lagrimal de buena calidad para deslizarse cómodamente sobre el ojo. Si la producción de lágrimas es insuficiente, las lentillas pueden causar irritación, sequedad y, en algunos casos, lesiones en la córnea.
Motivos: La sequedad ocular puede ser causada por factores ambientales, medicamentos, condiciones médicas subyacentes o simplemente por el envejecimiento.
Alternativas: Las lágrimas artificiales pueden ayudar a aliviar la sequedad ocular. Sin embargo, en casos severos, las gafas pueden ser la mejor opción.
Alergias oculares
¿Por qué no? Las personas con alergias oculares pueden experimentar una mayor sensibilidad al usar lentillas. Los alérgenos pueden quedar atrapados debajo de la lente, provocando picazón, enrojecimiento y lagrimeo.
Motivos: La respuesta alérgica puede inflamar la superficie ocular y aumentar el riesgo de infecciones.
Alternativas: Los antihistamínicos y los descongestionantes oculares pueden ayudar a controlar los síntomas alérgicos. Sin embargo, en casos severos, las gafas pueden ser necesarias.
Enfermedades de la córnea
¿Por qué no? Ciertas enfermedades de la córnea, como el queratocono, pueden deformar la superficie del ojo y hacer que las lentillas sean incómodas o incluso peligrosas.
Motivos: Las lentes de contacto pueden empeorar la deformación de la córnea y aumentar el riesgo de complicaciones.
Alternativas: Las gafas son la opción más segura para las personas con enfermedades de la córnea. En algunos casos, se pueden utilizar lentes de contacto rígidas gas permeables, pero siempre bajo la supervisión de un especialista.
Otras condiciones
- Blefaritis: Inflamación de los párpados que puede causar irritación y sequedad ocular.
- Ptosis: Caída del párpado superior que puede interferir con la visión y dificultar el uso de lentes de contacto.
- Entropión/Ectropión: Inversión o eversión de los párpados que puede dañar la córnea.
- Astigmatismo irregular: Deformación irregular de la córnea que puede dificultar la adaptación a las lentillas.
Alternativas a las lentes de contacto
- Gafas: La opción más común y segura para quienes no pueden hacer uso de lentes de contacto.
- Cirugía refractiva: Para corregir de forma permanente los problemas de visión.
- Lentes de contacto especiales: En algunos casos, se pueden utilizar lentes de contacto rígidas gas permeables o lentes híbridas.
Importante: Es fundamental consultar a un oftalmólogo para determinar si eres un buen candidato para el uso de lentillas y para recibir recomendaciones personalizadas.
Te dejamos un artículo para que puedas informarte sobre cuál es la mejor opción para tu caso: Gafas, lentillas o cirugía refractiva, ¿Cuál es la mejor opción?
