Queratocono

¿Qué es el queratocono?

El queratocono es una enfermedad progresiva, no inflamatoria de la córnea. Suele
presentarse en personas jóvenes y se caracteriza por un adelgazamiento y aumento de la curvatura corneal, conllevando una irregularidad de esta.

Como consecuencia, los pacientes presentan mala visión, la cual aun utilizando corrección óptica (gafas o lentillas) no puede ser corregida en su totalidad. La causa es multifactorial, es decir, existen factores genéticos y ambientales (tales como frotarse los ojos); y es frecuente su asociación con personas alérgicas que se frotan los ojos de forma intensa y recurrente. El riesgo de progresión es mayor en pacientes jóvenes, de ahí lo importante de su diagnóstico precoz, ya que existen formas de detener su progresión.

En general, con un buen seguimiento y diagnóstico precoz, el pronóstico visual es muy bueno. Se sospecha en pacientes jóvenes con astigmatismo elevados, que presentan alergia ocular crónica, y que además no alcanzan una visión óptima con gafas/lentillas. Además, se debe buscar en pacientes cuya graduación (principalmente miopía y astigmatismo) progresa en mayor medida de lo esperado. El diagnóstico se realiza por medio de una exploración oftalmológica completa, con principal enfoque en la topografía corneal.

Tratamientos para el queratocono

El tratamiento tiene 2 focos principales: detención de la progresión y mejoría visual. En caso de progresión, se debe plantear una cirugía de cross-linking, cuya finalidad es detener la progresión.

Este procedimiento no tiene una finalidad de mejoría visual. Según el grado de afectación visual existente, las estrategias para mejorar la visión en estos pacientes abarca desde el uso gafas o lentillas en casos leves, hasta la adaptación de lentes de contacto especiales (rígidas o esclerales) e implante de anillos corneales en casos moderados/avanzados.

En casos muy severos, el trasplante corneal se considera como último recurso para lograr mejoría visual. Estrategias para el manejo del queratocono:

  • Evitar Frotarse los ojos: Corresponde al pilar del tratamiento en todas sus fases; para evitar progresión de esta condición, debe haber un cese inmediato del hábito de frotarse los ojos. Se utilizan colirios para manejo del picor y las molestias.
  • Lentes de contacto: Se trata de lentes de contacto especiales para queratocono. Estas lentes requieren una adaptación especial, de la que se encarga nuestro equipo de contactólogos experimentados.
  • Crosslinking: Intervención ambulatoria, que consiste en la aplicación de
    riboflavina (vitamina B12) a la córnea y a su activación con radiación UV, así
    mejorando la biomecánica de la córnea. Esto genera un reforzamiento del colágeno corneal (endurecimiento del tejido corneal) que frena la progresión del queratocono con una alta tasa de éxito.
  • Anillos corneales: los anillos intracorneales son de material polimetil
    metametacrilato (PMMA), rígidos con forma de semicírculo, con un grosor y longitud variables. Se implantan en el espesor de la córnea, a través de un canal realizado con el láser de femtosegundo. Su efecto principal consiste en aplanar la córnea central y regularizar la superficie de esta. La cirugía y el postoperatorio son prácticamente indoloros, y el paciente puede incorporarse rápidamente a las actividades de su vida cotidiana.
  • Queratoplastia: Cirugía de trasplante corneal. Actualmente, y según el caso lo permita, se puede considerar realizar un trasplante lamelar, es decir trasplantar solamente las capas afectadas de la córnea, lo que se traduce en una menor tasa de rechazo, entre otras cosas y por consiguiente una mayor duración del tejido.

El ICQO dispone de estos métodos de diagnóstico y tratamiento del queratocono.

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