La presbicia, un problema ocular que afecta a casi la mitad de la población, es un tema recurrente en las consultas de oftalmología. Con más de 40 años de trayectoria profesional, el doctor Juan Antonio Durán de la Colina, referente en el mundo de la oftalmología, la presbicia y una autoridad en la córnea, responde a varias preguntas sobre esta condición.
¿Ha llegado a España el colirio que se vendía en Estados Unidos?
Parecía prometedor un colirio que corregía la presbicia durante seis horas que se vendía en Estados Unidos. Sin embargo, todavía no lo tenemos aquí. El precio es prohibitivo. Por eso algunos piensan; “Me opero y me sale más barato, ¿no?” Pero hay gente que lo está usando y sí funciona, lo que pasa que, por el precio, creo que será difícil que llegue aquí y se comercialice.
¿Es la cirugía de presbicia una opción viable para todos?
Es fácil ser profeta con la presbicia porque la conocemos muy bien, el tipo de evolución, los síntomas, a la edad que aparece… Pero ahora, en esas operaciones, se están tirando las edades hacia abajo y me parece un poco atrevido.
Hay que ver caso por caso, pero veo que se está operando gente demasiado joven. El problema de la operación, a diferencia de las lentillas o de las gotas, es que no es reversible. Entonces, si la operación no te va bien, y hay que darle la vuelta a algo, es complicado. Aunque hoy hay mejores lentes, las cirugías son más precisas, se conocen mejor las contraindicaciones…
¿Es recomendable la operación de presbicia?
Al final es cuestión de analizar ventajas e inconvenientes. La ventaja de la operación es poder salir de casa sin gafas y se gana obviamente en calidad de vida. Pero indudablemente hay que ver cada caso, explicar la operación, analizar límites y riesgos. No me cabe la menor duda de que estamos muchísimo mejor que hace, pongamos, 8 ó 10 años. Pero bueno, no deja de ser una cirugía refractiva y no hay que frivolizarla ni trivializarla.
“A una persona que se opera para quitarse las gafas tienes que dejarle perfecto; es una cirugía exigente”
Dr. Durán de la Colina
Tiene sus limitaciones. Hay algunos casos donde el resultado no es el que esperaba el paciente. Algunos quieren ver como cuando tenían 20 años y eso no es posible. Es como la señora que se hace una cirugía estética y quiere parecer su hija.
¿La operación de presbicia protege de la catarata?
Sí, lo que haces es adelantar la operación de la catarata. En lugar de intervenir la catarata, que se produce porque el cristalino se enturbia, operas esto. Es un cambio de concepto. Cuando se pierde la transparencia del cristalino se opera la catarata y cuando se pierde la función de enfoque, operas la presbicia. Lo que ocurre es que la exigencia de resultados mucho mayor. Una persona que no ve por la catarata y le queda una dioptría, no es un drama. Pero a alguien que se opera para quitarse las gafas, tienes que dejarle niquelado, perfecto. Por eso digo que es una cirugía más exigente.
Aumenta la demanda de la cirugía
Cada vez hay más gente del baby boom, y vivimos más. Es un volumen de población muy alto y exigente que se siente joven y vital. Quiere viajar, hacer deporte, ver bien los mensajes en el móvil, y no quieren andar siempre encima con las gafas que hay que usar como una especie de muleta, y sentimos como una limitación. Hay gran demanda de esa intervención porque a esas edades, la gente también suele tener más capacidad económica que una persona joven porque ya tiene sus ahorrillos.