El embarazo es un período emocionante lleno de cambios sorprendentes en el cuerpo, y tus ojos no son una excepción. Mantenerse consciente de los posibles cambios en la visión y cuidar de tus ojos a lo largo de este viaje es esencial para garantizar una experiencia cómoda y saludable.
El vínculo entre el embarazo y la visión
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales que pueden influir en diversos sistemas, incluyendo tus ojos. Aunque no todas las mujeres experimentan alteraciones visuales significativas, es esencial estar al tanto de las posibles transformaciones que podrías notar.
Cambios comunes en la visión durante el embarazo
Cambios en la graduación: Muchas mujeres embarazadas notan fluctuaciones en su graduación visual. La mayor de las veces suele aparecer tras el primer trimestre y desaparece paulatinamente en el postparto (entre la 6ª u 8º semana). Esto se debe a los cambios en la retención de líquidos que pueden afectar la forma y el grosor de la córnea. Si ya usas gafas o lentillas, es posible que necesites ajustar tu receta temporalmente.
Sequedad ocular: El aumento de las hormonas puede llevar a una disminución en la producción de lágrimas, lo que puede causar sequedad ocular. Si experimentas irritación, una sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento o sensación de arenilla en los ojos, es fundamental buscar alivio con lágrimas artificiales específicamente recomendadas por tu oftalmólogo, ya que algunas soluciones pueden contener ingredientes activos no recomendables durante el embarazo.
Visión borrosa: Esto podría ser el resultado de cambios en la forma del cristalino debido a los desequilibrios hormonales. Por lo general, esta alteración es temporal y se resuelve después del parto. Sin embargo, en algunas ocasiones la visión borrosa en la mujer embarazada puede ser manifestación también de alguna enfermedad sistémica, como la preclampsia o la diabetes gestacional, que sí requieren de tratamientos específicos, por lo que es importante acudir a un profesional y descartar que sea causada por algunas de estas patologías.
Fotofobia o ver manchas y chispas: son debidos a los cambios de presión y en ocasiones, a la falta de hierro.
Normalmente, estos cambios suelen ser transitorios y desaparecen después del parto o una vez terminado el período de lactancia.
El impacto del embarazo en enfermedades oculares
Un estudio publicado en el Journal of Ophthalmology reveló que aproximadamente el 30% de las mujeres embarazadas experimentaron cambios en su graduación visual durante el tercer trimestre. Además, se encontró que estos cambios eran más pronunciados en aquellas mujeres con diabetes gestacional.
Si la embarazada tiene enfermedades preexistentes, como la diabetes y la hipertensión, hay que extremar las precauciones, ya que estas condiciones pueden agravarse y afectar la salud ocular. Por lo tanto, es vital mantener un control constante con tu oftalmólogo y ginecólogo para garantizar un seguimiento adecuado.
Consejos para cuidar tu visión durante el embarazo
- Exámenes regulares: Agenda una cita con tu oftalmólogo en las primeras etapas del embarazo. Esto permitirá identificar cualquier cambio visual y establecer una línea de base para futuras comparaciones.
- Mantén una buena hidratación: Beber suficiente agua puede ayudar a aliviar la sequedad ocular y mantener tus ojos cómodos.
- Descansa tus ojos: Si trabajas frente a una pantalla, asegúrate de hacer pausas regulares para descansar tus ojos. Parpadear con frecuencia también ayuda a mantener la humedad en la superficie ocular.
- Alimentación saludable: Una dieta rica en antioxidantes, como las vitaminas A y C, puede beneficiar la salud ocular. Incluye alimentos como zanahorias, espinacas y frutas cítricas en tu dieta.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es fundamental comunicarte con tu oftalmólogo acerca de cualquier cambio visual que experimentes durante este emocionante periodo.
