¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que se caracteriza por un daño progresivo en el nervio óptico. Su principal factor de riesgo es la elevación de la tensión ocular. A causa de esta patología, el campo visual de la persona que lo padece se va reduciendo de manera paulatina.
¿Cuáles son sus síntomas?
La forma más frecuente de glaucoma (crónico), es una enfermedad silenciosa. No suele presentar ningún tipo de síntoma hasta que la enfermedad está ya en estado avanzado. Es entonces cuando empieza a perderse la visión progresivamente y cuando el campo visual empieza a ser defectuoso.
Otra forma de glaucoma importante es el agudo. Este glaucoma, mucho menos frecuente en nuestro medio, se caracteriza por una pérdida de visión súbita y dolorosa.
¿Cuántas personas padecen glaucoma?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, afectando aproximadamente a 60 millones de personas. En España afecta alrededor del 3% de la población.
Su tendencia es creciente. Así, según la OMS, en 2040 serán 111,5 millones de personas las que sufran de glaucoma.
¿Hay más de un tipo de glaucoma?
Sí. Desde el punto de vista clínico, destacan dos tipos:
- Glaucoma crónico (o de ángulo abierto). El paciente comienza a perder progresivamente la visión sin haber tenido ningún síntoma previo. Es el más frecuente y la persona se da cuenta una vez ha comenzado a perder visión.
- Glaucoma agudo (o de ángulo cerrado). No es tan usual, pero es más severo. Este puede llegar a causar una ceguera súbita. Esto es, pérdida de visión en un corto lapso de tiempo. Suele presentar los siguientes síntomas: ojo rojo, dolor, pérdida de visión, náuseas y vómitos.
¿Cómo se trata?
El tratamiento consiste en la reducción de la presión intraocular a fin de enlentecer o parar la enfermedad. Para ello existen tres métodos:
- Medicamentos. Es el más común de los tratamientos. Normalmente se trata de colirios hipotensiones oculares que ayudan a bajar la presión intraocular.
- Láser. Es un método muy efectivo y que causa pocos efectos secundarios. En ICQO trabajamos con tres tipos de láseres. El láser argón, el láser YAG y el láser diodo.
- Cirugía. La cirugía se suele llevar a cabo generalmente mediante anestesia tópica. Consiste en la creación de un drenaje en la pared del globo ocular (cirugía filtrante) Entre las intervenciones que realizamos en ICQO destacan las siguientes: esclerectomía profunda no perforante (EPNP), trabeculectomía y dispositivos de drenaje (ecuatoriales y limbares).
¿Qué efectos secundarios produce el tratamiento del glaucoma?
El tratamiento farmacológico no está exento de efectos secundarios. Entre ellos existen efectos locales, generalmente sobre la piel y superficie ocular y efectos secundarios generales. Estos efectos dependen del tipo de fármaco empleado:
- Análogos de prostaglandina: cambio en el color de ojos, oscurecimiento del color de la piel de los párpados, crecimiento de pestañas, enrojecimiento de los ojos, caída de párpados y/o hundimiento de los ojos.
- Betabloqueantes: presión sanguínea baja, pulso reducido, fatiga, dificultad para respirar (estos dos últimos especialmente en pacientes con ciertas enfermedades cardiorrespiratorias previas)
- Agonistas alfa: ardor, escozor, fatiga, dolor de cabeza, somnolencia, sequedad de nariz y boca, reacciones alérgicas.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica: escozor, hormigueo en pies y manos
¿Cuánto dura la operación de glaucoma?
Se hace en un hospital y suele tardar de una a dos horas. En esta operación, el cirujano implanta un tubo diminuto o conducto de drenaje (llamado “shunt” en inglés), en la parte blanca del ojo. El tubo ayuda a drenar el exceso de líquido del ojo, lo que reduce la presión ocular.
¿Cuál es el mejor medicamento para el glaucoma?
El tratamiento más común para el glaucoma son las gotas para los ojos recetadas por un oculista. Estas gotas reducen la presión en el ojo y previenen el daño al nervio óptico. Estas gotas para los ojos no curarán el glaucoma ni revertirán la pérdida de visión, pero pueden evitar que empeore.
Si su oculista le receta gotas para los ojos para el tratamiento del glaucoma, deberá usarlas todos los días. Dependiendo del tipo de medicamento, es posible que deba usarlo una, dos o hasta 4 veces al día.
¿Cómo prevenir el glaucoma?
En la actualidad no existe tratamiento preventivo. La principal estrategia es la prevención secundaria o diagnóstico precoz. Para ello son fundamentales las revisiones oftalmológicas realizadas por un especialista.
¿Cada cuánto se recomienda hacer revisiones?
A partir de los 40 años, es recomendable revisarse en el oftalmólogo. A partir de esa edad, las revisiones se deben de realizar cada 4 años aproximadamente.
A partir de los 65 se recomienda una revisión anual. En lo que respecta al glaucoma, las revisiones están más indicadas en individuos con factores de riesgo. Entre ellos existen factores demográficos, oculares y generales.
Entre los primeros destacan la edad avanzada, la existencia de familiares de primer grado (padres, hermanos o hijos) y la pertenencia a ciertas razas o grupos étnicos (afroamericanos, latinos, árabes). Entre los factores oculares, los más importantes son la miopía, la elevación de la presión intraocular y la aparición de depósitos intraoculares de un material llamado pseudoexfoliación.
Entre los generales se encuentran la diabetes y el tratamiento crónico con corticoides.