El verano está aquí y con él, las ganas de refrescarse en el agua. Pero si eres usuario de lentillas, te estarás preguntando: ¿puedo usarlas en el agua? La respuesta es clara: no lo hagas.
En este blog te explicaremos por qué usar lentes de contacto en la piscina es una práctica desaconsejada y qué alternativas tienes para disfrutar del agua sin poner en riesgo tu salud ocular.
¿Por qué no es recomendable usar lentillas en el agua?
Las lentes de contacto, aunque cómodas, son pequeñas esponjas que absorben todo lo que toca su superficie. Esto incluye bacterias, gérmenes y productos químicos que se encuentran en el agua de la playa o de la piscina.
Estos microorganismos pueden quedarse atrapados en las lentillas y entrar en contacto con tus ojos, aumentando el riesgo de sufrir una infección ocular grave. Entre las infecciones más comunes encontramos la conjuntivitis, la queratitis e incluso problemas más graves.
Además, el cloro presente en el agua de las piscinas puede irritar y dañar las lentes de contacto, deformándolas y haciéndolas menos eficaces.
Entonces, ¿Qué alternativas tengo?
Si no quieres renunciar a la comodidad en tu día a día, pero te preocupa su uso en agua, existen otras opciones que te permitirán disfrutar del agua sin riesgos para tu salud ocular:
- Gafas de natación graduadas: Funcionan como unas gafas graduadas normales, pero están diseñadas para su uso en el agua. Son herméticas, lo que evita que el agua entre en contacto con tus ojos.
- Lentillas desechables: Si decides usar lentes de contacto en la piscina de forma ocasional, las desechables son la mejor opción. Son más económicas que las reutilizables y se tiran después de un solo uso, reduciendo el riesgo de contaminación. ️
¿Y si necesito usar lentes de contacto de todos modos? Consejos:
Si por alguna razón no puedes prescindir de las lentes de contacto en la piscina, te recomendamos seguir estos consejos para minimizar los riesgos:
- Usa lentillas desechables: Como ya hemos mencionado, son la opción más segura en estos casos.
- Evita el agua en los ojos: Intenta evitar sumergirte completamente bajo el agua o nadar con los ojos abiertos. Esto reducirá el riesgo de que las lentes de contacto se desplacen o se expongan a sustancias irritantes presentes en el agua.
- Ponte unas buenas gafas de natación: Asegúrate de que las gafas se ajusten bien a tu cara y no permitan la entrada de agua.
- Intensifica las medidas higiénicas: Lávate las manos antes y después de manipular las lentillas, y desinféctalas con el líquido adecuado.
- Usa lágrimas artificiales: Si notas que tus ojos están secos, aplícate lágrimas artificiales para hidratarlos.
- No frotes los ojos: Si notas irritación en los ojos, evita frotarlos.
- No alargues el tiempo de uso recomendado: Retira las lentes de contacto después de salir de la piscina y no las uses durante más tiempo del recomendado por tu especialista.
Te dejamos un vídeo del doctor Costales, en el que explica la importancia de no usar lentes de contacto en el mar o en la piscina. Échale un ojo y toma nota de sus consejos:
Recuerda: La salud de tus ojos es lo más importante. Si tienes alguna duda sobre el uso de las lentillas, consulta con tu especialista. En ICQO estaremos encantados de asesorarte y ayudarte a encontrar la mejor solución para tus necesidades oculares.
¿Cómo proteger tus ojos en verano?
El verano trae consigo el sol, la playa y las piscinas, pero también puede ser un periodo de riesgo para nuestros ojos. La exposición a la radiación solar, el cloro o el agua salada puede dañarlos si no los cuidamos adecuadamente.
Además de evitar el uso de lentillas en el agua, hay otros consejos relevantes a tener en cuenta para proteger tus ojos en verano. En este blog, te dejamos 5 consejos que deberás tener en cuenta para cuidar la salud visual este verano. ¡No te lo pierdas!