Existen numerosas enfermedades que afectan a la retina, entre ellas la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o la arteriosclerosis. Una alteración en esta capa produce retinopatía.
La retina es la capa de fibras nerviosas del ojo encargada de enviar las imágenes captadas al cerebro. Como todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo, la retina también es propensa a sufrir de enfermedades si no la cuidamos apropiadamente.
La hipertensión arterial es una patología crónica causada por diferentes factores y que se estima afecta al 25% de la población adulta. En ocasiones, actúa de forma silenciosa durante bastante tiempo provocando cambios en el árbol vascular del paciente sin que éste sea consciente del daño que está sufriendo.
Esta enfermedad acaba ocasionando daños en el ojo y el grado de éstos y el tiempo requerido para que aparezcan se relaciona directamente con el grado de hipertensión arterial.
¿Qué es la Retinopatía Hipertensiva?
La retinopatía hipertensiva se define como el conjunto de alteraciones que aparecen en el fondo del ojo como consecuencia de la presencia de la hipertensión arterial. Estos cambios pueden observarse en el examen del fondo de ojo que se realiza mediante el oftalmoscopio.
Hasta el 40% de la población padece hipertensión arterial según datos facilitados por la Sociedad Española de Hipertensión Arterial. Esto indica que gran parte de los afectados desconoce que la padece.
Tipos de Retinopatía Hipertensiva
En función del tiempo de evolución se pueden dividir en:
- Retinopatía hipertensiva crónica. Es la forma más frecuente, ya que la hipertensión arterial es esencialmente una patología crónica, solapada en el tiempo y silente en su sintomatología.
- Retinopatía hipertensiva aguda. Se presenta en casos donde en un corto período de tiempo existe un aumento muy marcado de la tensión arterial.
Retinopatía Hipertensiva síntomas
Habitualmente, no se desarrollan síntomas hasta que la enfermedad está avanzada y aparece la visión borrosa o defectos del campo visual.
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA CRONICA
La mayor parte de las personas con este tipo de problema permanecen sin síntomas durante mucho tiempo y suelen ser diagnosticadas gracias a los exámenes de fondo de ojo que se realizan como parte del control de la hipertensión arterial.
- Una disminución del grosor de los vasos
- Unos cruces arterio-venosos patológicos
- Dilataciones saculares en la pared de los vasos
- Aumenta el riesgo de que se produzcan oclusiones vasculares, pudiendo afectarse la visión
- Visión borrosa o disminución de la agudeza visual
- Pérdida significativa de la visión
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA AGUDA
Ocurre sobre todo en pacientes con hipertensión asociada a enfermedades como eclampsia o preeclampsia, feocromocitoma, etc. En estos casos la visión puede afectarse de manera más importante.
- Visión borrosa, que suele ser transitoria y se normaliza al restablecerse los valores normales de presión, pudiendo estar acompañada de dolor de cabeza
- Disminución generalizada del calibre de los vasos.
- Inflamación de la cabeza del nervio óptico
- Hemorragias, exudados y edema de papila
Factores de riesgo de Retinopatía Hipertensiva
Si cumples con alguna de las siguientes entrevistas, recomendamos acudir a revisión con un oftalmólogo profesional para descartar complicaciones:
- Mal control de la presión arterial crónicamente elevada.
- Diabetes mellitus.
- Consumo de tabaco.
- Embarazo.
- Niveles altos de colesterol y triglicéridos.
- Ser mayor de 50 años.
- Diversos factores genéticos.
Retinopatía Hipertensiva complicaciones
La principal complicación de esta patología es la oclusión tromboembólica de los vasos sanguíneos. Esta puede ser de tres tipos:
- Obstrucción arterial. El paciente lo nota como una alteración severa y súbita del campo visual, pudiendo comprometer a la agudeza visual si la afectación engloba la zona central de la retina denominada mácula. Cuanto mayor calibre sea el vaso arterial ocluido, mayor repercusión funcional sufrirá el paciente.
- Obstrucción venosa. El inicio también es agudo y la sintomatología es similar a la arterial aunque sin una percepción tan súbita.
- Neuropatía óptica isquémica. El daño se produce sobre el aporte sanguíneo que llega a la cabeza del nervio óptico. En cuanto a síntomas se refiere, el paciente suele percibir alteraciones del campo visual de forma altitudinal (se pierde la visión de la mitad del campo visual, normalmente la inferior).
¿Cómo prevenir la Retinopatía Hipertensiva?
Si en alguna patología hay que ser muy estrictos en su prevención, esa es la hipertensión arterial. Mantener un buen control de la presión arterial alta e independientemente de la medicación que se paute, se debe cuidar el estilo de vida: abandonar el tabaco en el caso de los fumadores, realizar actividad física de manera frecuente o llevar una alimentación sana con bajos niveles de sal en la dieta.
Además desde ICQO, recalcamos que las personas con presión arterial alta deben hacerse controles regulares de la vista aun cuando no tengan síntomas (al menos, una vez al año). En estas revisiones se evaluará el estado de la retina para descartar la presencia de los signos clínicos descritos con anterioridad.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza en una consulta de oftalmología con base en los síntomas, los cambios en la visión y examinando los ojos de la persona con hipertensión.
El principal método para diagnosticar esta enfermedad ocular es mediante el estudio del fondo de ojo, que consiste en el análisis de la retina y sus vasos por medio de un oftalmoscopio. Una prueba sencilla e indolora que se realiza en pocos minutos.
Además, hoy en día es posible grabar o fotografiar el fondo de ojo y conservar una imagen para compararla con otras futuras para seguir la evolución del paciente.
La angiografía con fluoresceína permite el registro de la imagen del fondo de ojo tras la inyección de un contraste que se distribuye a través de la circulación sanguínea. Esta técnica puede resultar de utilidad para valorar la gravedad de la enfermedad, sobre todo en aquellos casos en que existen patologías asociadas como la retinopatía diabética.
Retinopatía Hipertensiva tratamiento
No existe un tratamiento específico para esta patología. El tratamiento consiste en controlar adecuadamente la presión arterial. Por este motivo, además de seguir unos hábitos de vida saludables (control de peso, disminución de la sal en las comidas, ejercicio físico moderado y regular…) y la administración de fármacos antihipertensivos, es importantísimo medir regularmente la tensión arterial, con el fin de diagnosticar la hipertensión arterial y seguir el tratamiento adecuado.
Manteniendo los niveles de tensión arterial dentro de los límites normales podremos evitar el daño que la hipertensión arterial produce en los distintos órganos y en nuestros ojos.
Si crees que puedes padecer esta enfermedad, puedes solicitar una consulta en nuestro Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología. Nuestro equipo realizará un estudio exhaustivo de tu caso para ofrecerte la solución que mejor se adapte a tus necesidades.