Cada 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, que nos sirve de recordatorio crucial: esta enfermedad crónica afecta a miles de personas en Euskadi y exige una atención constante. Como oftalmólogo especialista en retina en ICQO Bilbao, una de mis principales preocupaciones es la diabetes ocular, que engloba patologías como la retinopatía diabética en Bilbao. Esta afección es, de hecho, una de las principales causas de ceguera evitable.
La historia de pacientes como Nekane Alonso y Jorge Torralbo es un eco de lo que ocurre en miles de hogares. Nekane, diagnosticada con diabetes tipo 1 a los diez años, recuerda que su rebeldía adolescente ante la enfermedad tuvo un costo. «Quería ser como el resto de mis amigos,» confiesa, pero esa falta de cuidado marcó el rumbo: a los 26 años, su visión empezó a fallar. En lugar de miopía, el diagnóstico fue retinopatía diabética y edema macular, una inflamación que amenaza gravemente la retina.
Prevalencia de la diabetes
La prevalencia de la diabetes está aumentando, especialmente la diabetes tipo 2, debido a factores como el sedentarismo y la alimentación. Si el paciente no se cuida, el riesgo de afectaciones renales, cardíacas y oculares se dispara.
En la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), más de 170.000 personas sufren diabetes, siendo la del tipo 2 la más común.
¿Cómo afecta la diabetes a los ojos?
La diabetes afecta a los vasos sanguíneos en todo el cuerpo, y la retina es una parte sensible del cerebro que se encuentra dentro del ojo. Cuando los vasos que nutren la retina pierden su impermeabilidad, permiten la salida de líquidos que dañan la función visual. Esta es la esencia de la retinopatía diabética en Bilbao.
Alarmantemente, la diabetes ocular —que abarca la retinopatía diabética y el edema macular— ya es la primera causa de ceguera evitable en el Estado. Aproximadamente un 35% de los pacientes con diabetes tipo 1 y un 20% con diabetes tipo 2 desarrollarán retinopatía diabética a lo largo de su vida.
¿Qué afecciones específicas engloba la diabetes ocular además de la retinopatía diabética?
La afectación más conocida y más grave es la retinopatía diabética, pero la diabetes también puede hacer que la aparición de cataratas sea más frecuente o incluso se puede asociar con determinados tipos de glaucoma. La retinopatía diabética es responsable de la mayoría de los casos de pérdida visual grave.
La retinopatía diabética en Bilbao: Un riesgo silencioso
El problema es que la retinopatía diabética puede desarrollarse sin síntomas evidentes durante años. Yo siempre lo comparo con un vaso que se va llenando de agua hasta que se desborda. El paciente no se da cuenta hasta que el daño es importante. Esto explica por qué el 28% de los diabéticos la padece, y por qué el riesgo de ceguera para ellos es 25 veces mayor que el de la población general.
Nekane, por ejemplo, notó que «perdí visión nocturna y agudeza visual… me sentía menos segura caminando sola por la calle cuando no había buena iluminación».
Clave de la prevención: El control metabólico y las revisiones oftalmológicas en ICQO Bilbao
La prevención es el factor más importante. Debemos tener en cuenta que la retinopatía diabética afecta sobre todo a pacientes jóvenes y en edad laboral, lo que tiene un impacto social y laboral muy significativo. Para evitar que las complicaciones sean irreversibles, el paciente debe estar concienciado de que el control metabólico es esencial.
Como le ocurrió a Jorge Torralbo, a quien la frase «Tienes dos opciones: o te pinchas o te vas a quedar ciego» le sirvió de despertador. «Fui bajando poco a poco la hemoglobina glicosilada y me mantengo estable,» afirma. El tratamiento es un camino a largo plazo que implica el control de la glucosa y la hipertensión arterial.
La importancia de la revisión oftalmológica para la retinopatía diabética en Bilbao
La retinopatía diabética puede estar avanzando silenciosamente. Se estima que hasta el 90% de los casos de pérdida de visión por diabetes podrían prevenirse con un diagnóstico y tratamiento precoz. Aquí es donde la labor de centros especializados como ICQO Bilbao se vuelve imprescindible.
Las revisiones periódicas permiten tratar cualquier daño cuanto antes y minimizar sus efectos. Por eso, es importante acudir al especialista para detectar posibles complicaciones, incluso si no hay síntomas. La prevención es fundamental.
¿Cuándo debo acudir al oftalmólogo si tengo diabetes?
Un paciente que tiene menos de diez años de evolución de la diabetes debe tener, como mínimo, un control anual. Si el diagnóstico es preciso y rápido, el tratamiento es mucho más eficiente. Gracias a la mejora del control metabólico en la población, hoy vemos pacientes con muchos años de evolución diabética que apenas presentan síntomas de diabetes ocular. ¡Más vale prevenir!
La detección precoz puede salvar su vista, si es diabético, no se confíe. Pida cita para una revisión especializada de retina en ICQO Clínica Oftalmológica en Bilbao, estamos preparados para acompañarle en este camino.
Tratamiento de diabetes ocular y avances esperanzadores
Ha habido un cambio de paradigma espectacular. En las últimas décadas, el tratamiento de la retinopatía diabética ha evolucionado enormemente. Hemos pasado de aplicar terapias con láser para preservar zonas de la retina a utilizar sustancias que se inyectan directamente dentro del ojo (inyecciones intravítreas), lo que ha resultado ser mucho más eficaz y menos invasivo.
El testimonio de Nekane, quien ahora lleva una bomba de insulina y está estable, y de Jorge, que puede continuar con una vida «bastante normal», nos reafirma en que la esperanza es real.
Avances en el tratamiento de diabetes ocular
Actualmente, el futuro es prometedor, la investigación avanza a un ritmo impresionante. En ICQO Bilbao estamos muy atentos a nuevos ensayos clícnicos para pacientes con afectación diabética moderada. Si estos estudios son exitosos, el tratamiento de diabetes ocular podría administrarse mediante un colirio que el propio paciente se aplicaría en casa, evitando así las inyecciones.
Además, los avances en IA aplicada a la oftalmología facilitarán la detección temprana de complicaciones.