El pasado 25 de septiembre se celebró el Día Mundial de la Retina. Con este pretexto, ponemos la mirada en la retinosis pigmentaria con el objetivo de concienciar a la sociedad científica para un impulso de la investigación, como a la población en general para actuar. El Dr. Javier Araiz, Director Científico del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), ha sido entrevistado en el programa Mediodía de COPE Euskadi, donde ha hablado sobre esta enfermedad ocular que produce ceguera y que afecta a 1 de 4.000 personas en Euskadi.
Debemos cuidar y poner mucha atención a nuestra salud visual. La retinosis pigmentaria es la enfermedad de retina más frecuente: En España afecta ya a unas 25.000 personas, teniendo una incidencia mayor entre los hombres (60%) que entre las mujeres (40%) y actualmente constituye la primera causa de ceguera de origen hereditario en adultos. Por ello, el Doctor Araiz respondió ciertas dudas a fin de concienciar a la sociedad de la importancia de la prevención en lo que respecta a la evolución de esta enfermedad.
¿Qué es la retinosis pigmentaria? Síntomas a tener en cuenta.
La retinosis pigmentaria es, por lo general, una enfermedad hereditaria. Aunque esta herencia no se da en todos los casos: no todos los progenitores afectados por retinosis pigmentaria tienen por qué transmitirlo a sus hijos. Del mismo modo, en ocasiones también puede aparecer esporádicamente.
Inicialmente, produce una perdida visión con poca luz: por la noche los pacientes ven mal, necesitan mucha luz para ver bien y según avanza la enfermedad el campo visual se va perdiendo de forma progresiva.
Una vez la enfermedad ha avanzado, se produce una visión como si uno viera a través “de un cañón de escopeta” de manera que el paciente ve muy bien por el centro, pero pierde visibilidad los laterales. Esto puede traer problemas en la vida cotidiana, como por ejemplo al atravesar puertas, ya que no ven el marco.
Además de la genética, ¿la edad influye en algo en esta enfermedad?
Es una enfermedad que tiene varios patrones y unos son más agresivos que otros. Generalmente, cuando la enfermedad se manifiesta en adolescentes o jóvenes, es una enfermedad que es más agresiva y el patrón de herencia es más limitado, suele ser recesivo, es decir: no aparece en todos los descendientes de los padres. Por otro lado, cuando aparece la edad adulta, entre los 50-60 años, tiende a ser menos agresiva y su evolución más lenta.
¿Se suele transmitir a la primera generación?
Se suele transmitir a la primera generación. En algunos casos, puede ser que la primera generación no manifieste la enfermedad, pero que sean portadores y, sin embargo, que las segundas generaciones la padezcan.
¿Qué avances existen en los tratamientos?
Es una enfermedad que dentro de ser una distrofia y en la actualidad no exista tratamiento eficaz para ello, últimamente se ha puesto mucho el foco en la investigación de la misma. En la actualidad, aunque no sea para un futuro cercano, pero tampoco para uno muy lejano, la terapia génica supondrá un antes y un después en esta enfermedad.
¿Qué es lo que se está estudiando ahora mismo?
A día de hoy la comunidad científica está poniendo mucho esfuerzo para resolver este problema, ya que es una enfermedad hereditaria más prevalente en la sociedad.
¿Por qué es importante realizar exámenes oftalmológicos?
Un examen oftalmológico es muy importante, no solo por esta, sino por otras enfermedades que pueden desarrollarse como el glaucoma u otras enfermedades degenerativas como las cataratas.
Los casos en los que haya un familiar afectado es importante hacerse una revisión para determinar si ese paciente está afectado o puede estar afectado, así como también para realizar un consejo genético de las posibilidades de transmisión.
Existen otras enfermedades, además de la retinosis pigmentaria. ¿A qué síntomas debemos prestar atención? ¿Cuándo debemos acudir al especialista?
Hay enfermedades que no dan la cara hasta que están muy avanzadas, por ejemplo el glaucoma crónico. Un tipo de glaucoma que es como una vela que está encendida, pero que llega un momento en que se apaga y una vez que se apaga no se puede encender.
Es una enfermedad que se mantiene oculta hasta estados muy avanzados. A partir de los 40 años deberíamos revisarnos la tensión ocular, incluso antes si hay algún antecedente de familiares que lo padezcan.
Por otro lado, el control que ha supuesto en enfermedades como la diabetes, ha dado lugar a que los pacientes tengan menores problemas oftalmológicos. La prevención es muy importante en oftalmología para no llegar tarde y ser eficaces en el tratamiento.
Me ha llamado la atención que hay 250 genes que pueden degenerar nuestra retina.
250 genes que se conozcan, probablemente haya muchos más. Es una enfermedad compleja, realmente.
Con vistas al otoño, ¿Algún consejo para cuidar nuestros ojos de cara esta nueva estación?
De cara al otoño, no especialmente, nada fuera de lo normal. No es como en primavera que puede haber conjuntivitis alérgicas o en verano conjuntivitis de piscina, hay que tener mucho cuidado con la luz solar excesiva. Son cosas que debemos hacer a lo largo del año, pero especialmente en esas etapas.