Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)

¿Qué es la DMAE?

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad degenerativa crónica originada por el envejecimiento que afecta al centro de la retina. Esto provoca un deterioro progresivo de sus células que implica una pérdida en la visión central y de detalle.

El origen de la DMAE está, como su nombre indica, en la edad. No obstante, hay que tener en cuenta la existencia de otros factores de riesgo como el tabaco, la hipertensión arterial, exposición prolongada a la luz del sol y los antecedentes familiares.

Los síntomas que presenta se manifiestan por una pérdida progresiva de la visión central que dificulta acciones como leer (letra distorsionada), escribir, conducir, dificultad para emparejar objetos de formas y colores similares… Es una enfermedad que habitualmente comienza en un ojo y luego se traslada al otro.

Tipos de DMAE

Hay dos tipos de DMAE:

  • DMAE Seca: Es la más común y su evolución es progresiva y lenta. La persona afectada conserva una visión aceptable durante un tiempo más prolongado. Cuando las células del área macular no funcionan bien, se producen procesos degenerativos o incluso de muerte celular que causan la disminución paulatina de la visión.
  • DMAE Húmeda: Se produce una reducción brusca en la zona central del campo visual. Generalmente ocurre cuando pequeños vasos sanguíneos crecen de manera anormal y descontrolada en el área macular, dando lugar a la salida de líquidos o de sangre.

De cara a reconocer esta enfermedad, lo primero es realizar una revisión a
partir de los 55 años, que es cuando puede iniciar su desarrollo, aún siendo
asintomática. Si se sospecha una DMAE, o si se tiene una DMAE en estadios iniciales, una prueba fácil y rápida para valorar su afectación es con la asistencia de una rejilla de Amsler (o en su caso fijando la vista en cualquier imagen u objeto con líneas rectas, ya sean horizontales o verticales), primero se tapa uno de ellos y después el otro para comprobar la visión de ambos.  Si se mira a líneas rectas y se ven torcidas, inclinadas o interrumpidas en algún punto se debe acudir a un oftalmólogo experto en retina para una observación detallada.

Una dieta equilibrada, el control de la tensión arterial, protección solar y hábitos saludables (no fumar) pueden ayudar a prevenir esta enfermedad. Asimismo, son recomendables revisiones oftalmológicas a partir de los 50 años que permiten diagnosticar de manera precoz la DMAE.

Muchas enfermedades relacionadas con los ojos e incluso con la propia retina
se pueden asociar al envejecimiento, como ocurre con la degeneración
macular. Pero no todas están vinculadas a la edad. Hay afecciones que causan
un deterior agudo de la visión, como la miopía magna, complicaciones de
traumatismos oculares, o un desprendimiento de retina, en cuyo caso es
recomendable una valoración oftalmológica precoz.

De cara a desarrollar esta patología existe un mayor riesgo en personas con miopía, las que han sufrido traumatismos en el ojo, o los que padecen determinadas enfermedades degenerativas del vítreo y la retina.

Tratamientos para la DMAE

Es necesario diferenciar entre cada tipo. En caso de DMAE seca, aunque no hay ningún tratamiento que pueda revertir
el daño, ni su deterioro visual establecido, ya existen en la actualidad dos
fármacos intravítreos, que en casos seleccionados, pueden ralentizar de forma
significativa su progresión, favoreciendo la preservación visual por más tiempo
en estos pacientes.

Para tratar la DMAE húmeda hay fármacos intravítreos antiangiogénicos, que tienen la función de frenar el crecimiento de los vasos sanguíneos y con ello conservar la función visual. Es una opción que da buenos resultados en un número amplio de pacientes y que logra detener esta afección visual. 

Este test está dirigido a quienes se encuentran en fase incipiente y a familiares de personas que sufren la DMAE. Se calcula que en torno al 70% de la predisposición a padecerla se debe a la información genética, aunque hay otros factores que pueden contribuir a su aparición.

El oftalmólogo es quien debe recomendar el test y posteriormente indicar las pautas y terapias más adecuadas a seguir en cada caso. En caso de presentar un riesgo moderado o alto, se aumenta la frecuencia de los exámenes oftalmológicos. El paciente puede beneficiarse de tratamientos farmacológicos y así retrasar la aparición y consecuencias de la DMAE.

En el ICQO contamos con un departamento de i +D, en el cual participamos en
diferentes ensayos clínicos para tratar esta patología, tanto de forma seca
como húmeda, y así poder brindar la mejor los últimos avances y las mejores
opciones de tratamiento a nuestros pacientes.

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